Nicole Pillman nació el 19 de febrero de 1987 en Lima, Perú. Desde pequeña mostró un interés innato por la música, influenciada por el entorno familiar que la rodeaba. Su pasión por cantar comenzó a los seis años y, a medida que fue creciendo, sus talentos artísticos solo se hicieron más evidentes. Su familia fue su primer público, apoyándola en cada paso de su carrera.
Durante su adolescencia, Nicole participó en múltiples concursos de canto a nivel local, ganando una reputación como una joven prodigio. Gracias a esas experiencias, desarrolló una técnica vocal impresionante que la prepararía para lo que vendría después.
El gran salto a la fama de Nicole llegó cuando participó en la primera temporada del programa de televisión Latin American Idol en 2008. Su talento y carisma no pasaron desapercibidos y rápidamente se convirtió en una de las favoritas del público. Aunque no ganó la competencia, su participación le abrió las puertas a una carrera prometedora que solo seguiría creciendo.
En 2009, lanzó su primer álbum homónimo, Nicole Pillman, el cual incluía éxitos como "Entre la espada y la pared" y "No sé". Este álbum fue aclamado por la crítica y el público, destacando la poderosa voz y el emotivo estilo interpretativo de Nicole. Las letras de sus canciones, muchas de las cuales ella misma escribió, abordan temas de amor, desamor y superación, conectando profundamente con sus oyentes.
Tras el éxito de su
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Sigo Atrapada
Escapando estoy del recuerdo de tu voz,
y apagando voy el fuego de tu amor.
Tanta angustia, por lo menos ahora consigo
en las noches dormir.
¿Y hasta cuándo yo te veré al despertar?
Qué soberbia fui, te reté a que podría estar sin ti.
Te juré que el amor que sentía lo iba a olvidar.
Sigo atrapada en tus ojos, tus manos,
tus labios, tu cuerpo de cristal;
mi cárcel es tu piel, me exijo olvidarte,
de mil formas lo intenté.
Y me enamoro de alguien queriendo olvidarte;
mas resulta que es peor, te nombro sin querer,
no puedo engañarme soy tan frágil ya lo ves,
cuando se trata de ti.
Sigo atrapada en tus ojos, tus manos,
Atrapada en tu cuerpo de cristal;
mi cárcel es tu piel, me exijo olvidarte,
de mil formas lo intenté.
Y me enamoro de alguien queriendo olvidarte;
mas resulta que es peor, te nombro sin querer,
no puedo engañarme soy tan frágil ya lo ves,
cuando se trata de ti