En los años setenta, un fenómeno musical surgió en México para capturar los corazones de millones. Liderado por Cleyver, un talentoso vocalista y guitarrista, 'Cleyver y la Nueva Imagen' emergió de los barrios populares de la Ciudad de México, llevando consigo un estilo inconfundible que combinaba la música tropical y la cumbia con toques más modernos, creando así una mezcla inigualable.
Cleyver, cuyo nombre real es Octavio Benítez, nació en una familia de músicos en 1948. Desde pequeño mostró un interés notable por la música. Aprendió a tocar la guitarra a los seis años y comenzó a componer sus propias canciones a los doce. A los dieciocho años ya era conocido en el circuito local, actuando en pequeños bares y fiestas.
En 1972, Cleyver decidió que era hora de llevar su música a otro nivel. Reunió a un grupo de talentosos músicos que compartían su visión. Así nació 'Cleyver y la Nueva Imagen', una banda que se propuso redefinir la música tropical en México. Los integrantes originales eran:
El grupo debutó oficialmente en 1973 con su primer sencillo "Baila, Baila". La canción fue un éxito rotundo, rápidamente escalando las listas de popularidad y convirtiéndose en un clásico de las fiestas mexicanas. Fue seguida por otros hitos como "Cumbia
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Caracolera
Sin querer me enamore de aquella chica
Que vendía caracoles en la playa
Sin querer linda costeña de mis sueños
Eres mi noche desvelos mi consuelo inspiración
Caracoles caracoles me decía
Me parece que aun la estoy oyendo
La morena de rabia que simpatía
Eres mía noche día eres dueña de mi amor
Caracolera, quien te viera, tan ingenua y caprichosa
Con tu andar como una diosa y pensar que me querías
De saber lo que vendías mi torpeza mi gran dios
Caracolera, caracoles Todo el mundo te compraba
Caracoles que vendías Pero en nadie te fijabas
Al contrario te enojabas cuando alguno te seguía
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Ya no tengo voluntad me has hechizado
Con tu voz tu pelo chino me has embrujado
Si vendiendo caracoles te encontrabas
Eres tu lo que buscaba mi morena mi pasión
Caracolera, quien te viera, tan ingenua y caprichosa
Con tu andar como una diosa y pensar que me querías
De saber lo que vendías mi torpeza mi gran dios
Caracolera caracoles
Caracolera sonreías
Caracolera caracoles
Caracolera sonreías