Alas de Piedra
Frenó un instante y se encontró
buscando un cielo en el desierto.
Lleno de afán de ganador le apostó
todo a un burro rengo,
y echó a correr.
Sangre torera!, relamió, alas de piedra de
este ángel del temporal.
Cayó golpeado y encontró huellas en la
arena, ya era uno más.
Quiso hacer pie en el mar,
buscó mi mano a ciegas,
y allí se ancló.
Pero en su circo
siempre sobran fieras
sin domador.
Costó entender,
que por si solo nadie es rey...
Esa manía de intentar saltar sin caer...
Sentir el miedo.
Será un fantasma, será esa estrella ya sin
norte, sonrisa huracán.
Noche en vigilia,
colmillo tierno del lobezno
su final...