La Verdad
No existen pensamientos elevados,
Sólo el desconcierto de babeantes bocas,
No existe el perdón,
Sólo la mutua conveniencia de intereses.
No existe el amor puro,
Sólo la vehemencia carnal,
De un instante,
No existen deseos sinceros,
No existe la cura para el Hastío,
Para la ignorancia,
Para la estupidez;
Sólo la letal sanación del homicidio!