'Enseñame a Vivir' nació en el vibrante panorama musical de la década de 1980, en una pequeña ciudad del sur de España. Integrado por los carismáticos María López (vocalista), Pedro Martín (guitarrista), y Javier Ruiz (batería), el grupo rápidamente se destacó por su habilidad única para conectar con el público a través de letras profundas y melodías inolvidables.
El destino jugó un papel crucial en la formación del grupo cuando María y Pedro se conocieron en una fiesta local. A ambos les apasionaba la música y tenían una predilección por las baladas con contenido lírico fuerte. Javier, por su parte, era un amigo de infancia de María y se unió al proyecto poco después. Nació así una química inigualable que les permitió comenzar a componer juntos, dando lugar a su primer tema: 'Alma Libre'.
En 1985, después de varios conciertos en pequeñas salas y bares, el grupo grabó su primer álbum, 'Susurros del Corazón'. La aceptación fue inmediata. Temas como 'Solo Tú' y 'Viento del Sur' catapultaron al grupo a la fama nacional. Las letras introspectivas y la combinación perfecta de voz y guitarra atrajeron a una base de seguidores leal y apasionada.
A lo largo de los años 90, 'Enseñame a Vivir' exploró nuevas sonoridades sin perder su esencia. Incorporaron elementos de rock alternativo, flamenco y jazz, lo cual se reflejó en su segundo álbum, 'Caminos Divergentes'. Este
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Asai
Se que a veces te duele
se que a veces no quieres seguir
se que a veces prefieres dejar de sentir
y así no sufrir
Y aunque a veces te lastima el amor
nada habría sentido si te das por vencida
ya no sentiría ese dolor
pero ya no habría más color
Solo esperas que pase
cuando duele la desilusión
se que a veces prefieres solo dormir
Y aunque a veces te lastima el amor
nada habría sentido si te das por vencida
ya no sentirías el dolor
pero ya no habría, ya no habría color
Y aunque a veces te lastima el dolor
nada habría sentido si te das por vencida
ya no sentirías el dolor
pero ya no habría color
ya no habría nada quedaría
nada que esperar
ya no habría nada quedaría
nada que esperar