Cómo duele ser un pelotudo
Había una vez, pero ya no más
no me importa volver a donde empecé
Aquella vez andábamos y me dijiste que no
que con un pelotudo no
Esas palabras mágicas que alguna vez nos dijimos
ya no existen más
Cuando mi mayor enemigo soy yo mismo:
cómo duele ser un pelotudo.