Cuando hablamos de "Phineas y Ferb", no solo nos referimos a una exitosa serie animada cargada de aventuras y humor. Este fenómeno también dejó una huella significativa en el mundo de la música infantil y juvenil, destacándose por sus pegajosas y creativas canciones. La magia detrás de las voces y melodías del dúo protagonista ha resonado con públicos de todas las edades, convirtiendo su música en un componente esencial de su legado cultural.
La serie "Phineas y Ferb" fue creada por Dan Povenmire y Jeff "Swampy" Marsh. Debutó en Disney Channel el 1 de febrero de 2008, rápidamente ganando popularidad por su humor inteligente y guiones ingeniosamente estructurados. Cada episodio sigue las travesuras veraniegas de los hermanastros Phineas Flynn y Ferb Fletcher, quienes, acompañados por su grupo de amigos, construyen impresionantes inventos mientras intentan disfrutar cada día de sus vacaciones.
Desde los primeros episodios, quedó claro que la música sería un pilar fundamental en la serie. Las canciones presentes no solo acompañaban las historias, sino que se destacaban por su calidad y capacidad de resumir en pocos minutos el espíritu de la serie. Los creadores, junto con los compositores Danny Jacob y Adam Berry, lograron ensamblar melodías pegajosas y letras ingeniosas que resonaban tanto con niños como con adultos.
Una de las características que hizo distintiva a "Phineas y Ferb" fue su habilidad para entregar una nueva y memorable canción en casi
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La cancion del herrete version ampliada
Por el ojo de-una-aguja,
y sin pelos en la len-gua,
cantaremos todos jun-tos.
La-can-ción-del-club-del herete,
levan-tan-do-nos así, sí, sí, síí-í,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete.
Mucha-informa-ció-ón,
pero tú mira-al balón,
meterlo por el aro-es la cue-tión.
La-can-ción-del-club-del herete,
pisa-el sue-lo no-el cor-dó-ón, sí,
la-can(y)-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
que nos une-a to-do-el mun-do,
que nos une-a to-do-el mun-do,
y que nos une-a to-do-el mun-do,
y que nos une-a to-do-el mun-do,
con-voz-de-ac-ción.
(Señoras y señores, mi hermana, ¡Candace Flynn!)
La punta del cor-dón no-os ol-vi-déis
que tie-ne-un-nom-bre-es-pe-cial,
por-siem-pre-sa-bréis-que-se-llama.
La-can-ción-del-club-del herete,
la-can-ción-del-club-del herete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
la-can-ción-del-club (¡Herrete!),
del herrete,
que nos une-a to-do-el mun-do,
que nos une-a to-do-el mun-do,
ya nos ha-uni-do-a to-do-el mun-do,
ya nos ha-uni-do-a to-do-el mun-do,
con-voz-de-ac-ción