Rafa Espino nació el 16 de enero de 1988 en Albacete, España. Desde muy joven mostró un interés especial por la poesía y la música, elementos que terminarían moldeando su carrera artística. Desde la adolescencia, Espino se sintió atraído por el rap, estilo que le permitía unir sus dos grandes pasiones y expresar sus pensamientos de una manera sincera y directa.
A principios de los años 2000, Rafa comenzó a escribir sus propias letras y a experimentar con diversos estilos musicales. Inspirado por artistas del rap español como Nach, Violadores del Verso y Kase.O, Espino desarrolló una lírica intensa y llena de sentimiento. Su habilidad para contar historias a través de sus letras rápidamente captó la atención en la escena local.
En 2007, lanzó su primer trabajo titulado "Abandonando el Edén", un álbum que aunque producido de manera casera, mostraba su potencial artístico. A partir de allí, lanzó varios trabajos más, incluyendo "Caminante" (2009) y "El viaje del alma" (2011).
Su música empezaba a circular más allá de su ciudad natal gracias al internet y a plataformas como MySpace y YouTube, donde su trabajo alcanzaba cada vez más oyentes. La combinación de temas reflexivos, letras intensas y una voz única le permitió ganarse un lugar en el corazón de los aficionados al rap en España.
En 2014 llegó uno de sus álbumes más emblemáticos, "Yo, mi, me, contigo". Este trabajo consolidó a Rafa Espino como
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Lo necesito
Hoy es una de esas largas noches en las que divago
y grabo a fuego lento este dolor que llevo dentro
y trago, exhalo y oigo este silencio recostado,
regalo un vacío, es solo mío, y con él siento que me evado
tanta duda me abruma y me desnuda el alma
párate un momento, he gritado al tiempo y todo sigue igual
sé que mañana volverá a sonar mi alarma
tan inoportuna como siempre me aparta de soledad
y sigo tan dañado y tan perdido, vivo sin saber como seguir
estoy jodido, no encuentro un motivo tan quimérico
que hasta a veces me olvido de que nada es para siempre
y que el viento a veces sopla en otro sentido y aquí sigo,
cansado de cansarme y escondido, por si viene el pasado
a reprocharme ya no se quien esta conmigo,
quien vino a atacarme, un autentico
nostálgico, mi fe voló, ya es demasiado tarde
Siempre escribo para no gritar
busco algo de paz entre tanto llanto
y aunque sigo firme nunca tuve suerte y la verdad no se si esto
me está haciendo fuerte o me esta matando
(si me está matando, yeh)
Solo la música me evade y adrede me invade, me quiere
y sabe que necesito en cada momento vacío
entre las notas de un piano o el silencio, ese amor
que solicito a gritos
Visito cada noche a mi libreta, y la desnudo,
me apresuro a retratar mi yo
sensible, y si transmito es porque siento lo que he escrito
yo no imito ni compito, yo recito lo invisible
voy a pagina por lagrima y el latido de un corazón dolido
pone ritmo a esa mecánica,
no quiero trágicas heridas porque mi anima no olvida las caídas
y no quiere dar mas lastima
En los margenes del folio me derribo,
tan cautivo de esos labios que me duelen si los pienso
dibujándolos a lápiz por si aún debo de borrarlos
pero con el trazo fuerte porque nunca quise hacerlo.
Y me acompaña solo este momento,
mientras va pasando el tiempo
y mi reloj grita que el sol ya esta saliendo,
no me queda mas que plasmar lo que siento,
porque en mis horas flojas solo quedan las hojas
de mi cuaderno.
Deja que el silencio me descubra, que el frió de mis sabanas
tan solas se me suba, no vengas a buscarme no pienso
pedir ayuda, a veces tan frágil y otras capaz de bajar la luna.
Los días pasan rápido y sin ánimos,
el corazón gritando de dolor
y este silencio en el que habito sin nada que me anime,
solo dime donde está ese
tranquilo rafa todo va a cambiar
que necesito...