Saul Viera nació el 12 de marzo de 1977 en la ciudad de Long Beach, California, en el seno de una familia de origen mexicano. Desde joven, mostró una fuerte pasión por la música. Inspirado por los sonidos de la música regional mexicana que sus padres solían escuchar, Saul se interesó por géneros como el corridos, rancheras y música norteña.
A lo largo de su adolescencia, Saul se sumergió en el mundo musical. En sus primeros años, su talento vocal comenzó a destacar, y no pasó mucho tiempo antes de que decidiera formar parte de pequeños grupos locales. Sin embargo, fue en su encuentro con el guitarrista y compositor Federico Villa cuando su carrera dio un salto significativo.
Con el respaldo de Villa, Saul se adentró en la industria musical, logrando grabar sus primeros éxitos que rápidamente captaron la atención del público. Siempre con su característico atuendo de charro, Viera comenzó a ganarse el apodo de "El Gavilán" por su voz potente y distintiva.
En la década de 1990, Saul Viera alcanzó la cima de su carrera con éxitos que resonaron profundamente en la comunidad hispana en Estados Unidos y México. Algunas de sus canciones más icónicas incluyen:
Estas canciones no solo mostraban su talento vocal, sino también su capacidad para contar historias a través de la música. Saul logró conectar con una audiencia
Ver BiograFia Completa
Niña Linda
A ti te canto estos versos niña linda
por que te quiero y tu lo sabes muy bien
quiero tenerte aqui juntito conmigo
para robarte tus besitos sabor miel.
Andan diciendo por ahi que voy a perderte
ya ves la gente tu sabes muy bien como es
y tambien sabes que yo te quiero mucho
se como quiere con el mas grande poder.
Solo te pido que me des una mirada
de tus ojitos verdes con color cafe
por que yo quiero soñarlos toda la noche
besar tu frente y tu boquita tambien.
Tu pelo negro oscuro como esta noche
esa mirada que tienes bella mujer
me hace que siente el hombre mas orgulloso
por que eres mia de nadie mas vas a a ser.
Yo no presumo que soy de aquellos valientes
de esos que maten por una hermosa mujer
pero esos vatos que a ti te andan pretendiendo
que son muy gallos conmigo se la van a ver.
Ya me despido cantandote a ti mi cielo
ya me despido cantandote a ti mi amor
solo recuerda aquel santo juramento
aquel que hicimos esa tarde frente a Dios.