En el corazón de la bahía de Cádiz, en el sur de España, surgió una banda que desafiaría las convenciones y llevaría el metal a una dimensión épica. En 1996, cinco jóvenes de espíritu inquieto y alma aventurera decidieron unirse para dar vida a Saurom Lamderth. La alineación original incluía a Miguel Ángel Franco (vocalista), Antonio Ruiz (guitarrista), Narci Lara (multiinstrumentista), Raúl Rueda (bajista) y José A. Gil (batería).
Saurom Lamderth se presentó inicialmente al mundo con una fusión única de heavy metal, rock progresivo y elementos de la música medieval. Aquella mezcla de melodías modernas y sonidos antiguos, con letras que evocaban mundos de fantasía, fue tan bien recibida como inesperada. Esta originalidad permitió que rápidamente ganasen una base de seguidores fieles.
El nombre Saurom Lamderth no fue elegido al azar. "Saurom" viene del antagonista de "El Señor de los Anillos", de J.R.R. Tolkien, que más tarde se simplificaría a Saurom, mientras que "Lamderth" hacía referencia a "Tierra Media", el universo creado por Tolkien. Este nombre reflejaba su pasión por la literatura fantástica y la conexión entre su música y relatos épicos.
Conquistaron la escena underground con su primer disco "El Guardián de las Melodías Perdidas" (2001), un álbum que ya dejaba entrever la esencia que los caracterizaría. A este le siguieron "Sombras del Este" (2002) y "Legado de Juglares" (2004), donde profundizaron en la mezcla de sus raíces folk con el metal más contundente.
Para siempre
Mírame, he venido como siempre
No habrá viento ni marea
Que me aparten de tu vera
Jamás volarán, las nubes del cielo
Si tus lágrimas no pudiera ahogar
Ni esta niebla ni la lluvia
Me sumirá en el desaliento
Contigo estaré
Muera el tiempo en el día de ayer
Hoy mi sangre callará
Solo por amor
Viviré, para siempre contigo estaré
Mi pasión, es tu vida
Te daré, lo que el mundo no pueda tener
Por estar, junto a ti en la eternidad
En la eternidad
Siénteme
Como tantas otras veces
Que estas lagrimas que hoy sufren
Rieguen, todo el desaliento
Lo hagan desaparecer por completo
Y en tu oscura lid, vislumbres mi luz
Tiemble el suelo ruja el mar
Arda el cielo hasta quemar
Todo este rencor doy mi vida por su dolor
Cerrazón crepuscular, en mi corazón
Viviré, para siempre contigo estaré
Mi pasión, es tu vida
Te daré, lo que el mundo no pueda tener
Por estar, junto a ti en la eternidad
En la eternidad