La Misión
Está el sólo para jugar,
desestructurar su día.
Muchos saben de sus placeres,
sus gustos y manias.
Pero el no sabe del peso,
que tiene seguir en vida,
escucha bien las noticias,
que se te pasan los días.
Soplar fuerte no le hace bien,
es un saturado encargue.
Pero el juega con magia negra,
e invita a quien permita.
Escapar de si es su misión,
reventar su cabeza que lo mató,
y aunque miren atrás
el podrá mostrar su voz.