El grupo rock argentino Virus se formó en La Plata, Buenos Aires, en 1980, en pleno auge de la última dictadura militar en Argentina. En un contexto social y político represivo, la banda emergió ofreciendo una alternativa a la escena musical convencional, caracterizándose por su estilo fresco y desenfadado.
Virus fue fundado por los hermanos Moura: Federico (voz), Julio (teclados), y Marcelo (guitarra). A ellos se unieron Ricardo Serra (guitarra), Enrique Mugetti (bajo) y Carlos A. Bianco (batería). Sus primeras presentaciones fueron eventos casi clandestinos en los que el público asistía con la intención de disfrutar de una propuesta diferente.
Desde sus comienzos, Virus llamó la atención por su sonido innovador que combinaba rock, pop y elementos de new wave. En 1981 lanzaron su primer disco, Wadu Wadu, que se convirtió en un éxito inmediato. Temas como "Wadu Wadu" y "Me Puedo Programar" resonaron con un público joven deseoso de novedades y de romper con las estructuras tradicionales.
A medida que la situación política en Argentina comenzó a suavizarse, Virus consolidó su fama con álbumes como Recrudece (1982) y Agujero Interior (1983). Con éxitos como "El Probador" y "Hay Que Salir del Agujero Interior", la banda se estableció como uno de los grandes referentes del rock nacional. Su propuesta visual también jugó un papel importante; las presentaciones de Virus eran conocidas por su extravagancia y teatralidad.
En 1985 lanzaron Locura, álbum que incluía el hit "Una
Ver BiograFia Completa
Dueño del tiempo salgo a caminar
Sólo me incendio, cuando tú no estás
Cínica trampa oculta en que caí
Vivo tratando en vano de escapar
Y en tu dolido corazón
Seguimos juntos sin hablar.
Tremendo amor, me vuelve a lastimar
Trágica escena que hay que soportar.
Dejemos de disimular, no soporto más
Cada uno sólo piensa en sí, diciendo que no
Como una burla sin control, nadie escuchará
La farsa debe continuar, sin volver jamás
Tímido engaño envuelto en celofán
Sólo me incendio cuando tú no estás
Cínica trampa oculta en que caí
Vivo tratando en vano de escapar.
Cactus al borde del mar,
Un altiplano de sol
Rutas marcando el dolor
Restos de aquel viejo avión.
Nadie nos puede ayudar
Ya no te puedo esperar
No me obligues a tomar tu mano
Y correr.
Revelación, pintada con un color
Excitación, al fondo de la destrucción
Revolución, cargada de la fe.
Nadie nos puede ayudar
Ya no te puedo esperar
No me obligues a tomar tu mano
Y correr.
Llegó el fin, el fondo ya toqué
Y volveré sin aire frente a vos
Vuelvo a reir.