La sentencia china
Señora viuda del muerto
ante la perdida irreparable de baberto pachanga
os recuerdo la vieja sentencia china
que pesa sobre las viudas sin consuelo
yo estaba con mi amorsito
amoircito que quería
haciendo cositas tontas
cositas que no debía
oímos pasos y voces
pues su padre estaba afuera
mi vieja salio corriendo
yo me escondí en la bañera
el padre estaba inocente
de lo que estaba pasando
mi negra estaba asustada
mi negra estaba asustada
y yo me estaba mojando
yo estaba con mi amorsito
amoircito que quería
haciendo cositas tontas
cositas que no debía
oímos pasos y voces
pues su padre estaba afuera
mi vieja salio corriendo
yo me escondí en la bañera
el padre estaba inocente
de lo que estaba pasando
mi negra estaba asustada
mi negra estaba asustada
y yo me estaba mojando
yo estaba con mi amorsito
amoircito que quería
haciendo cositas tontas
cositas que no debía
oímos pasos y voces
pues su padre estaba afuera
mi vieja salio corriendo
yo me escondí en la bañera
el padre estaba inocente
de lo que estaba pasando
mi negra estaba asustada
mi negra estaba asustada
y yo me estaba mojando