Oscar Emilio León Somoza, más conocido como Oscar D'León, nació el 11 de julio de 1943 en Caracas, Venezuela. Desde muy joven mostró una pasión indomable por la música, influenciado por los sones cubanos, la guaracha y otros géneros caribeños que inundaban los barrios populares de Caracas. Sus primeros pasos en el ámbito musical los dio gracias a su habilidad autodidacta para tocar el contrabajo, el cual dominó con una destreza sorprendente. A pesar de no haber recibido una formación académica en música, su oído prodigioso y talento innato lo convirtieron en un músico excepcional.
En 1972, junto a otros talentosos músicos venezolanos, Oscar D'León fundó La Dimensión Latina, una agrupación que se convertiría en una de las más emblemáticas del género salsa. Desde sus inicios, el grupo destacó por su sonido dinámico y sus arreglos innovadores. Oscar, como vocalista y bajista, se posicionó rápidamente como la figura central de la banda. Entre los éxitos más notables de La Dimensión Latina se encuentran clásicos como Llorarás y El Frutero, que resonaron en las pistas de baile de toda Latinoamérica.
Tras una intensa y productiva etapa con La Dimensión Latina, Oscar D'León decidió emprender su carrera como solista en 1976. Inmediatamente, continuó ganándose el cariño del público con temas que ya son himnos de la salsa, como Mi Bajo y Yo y Hechicera. Su carisma y energía en el escenario, así como su genuina conexión
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Llámame
Llámame, Llámame...
Recorro la casa de aquí para allá
Acompañado de la soledad
Y solo espero por una llamada.
(y no me llama)
me siento mareado de tanto pensar
que el teléfono no acaba de sonar
solo quiero escuchar que todavía me amas.
Por eso digo...
Llámame!
Sólo espero tu llamada
Llámame!
Me estoy muriendo de ganas
Y quiero escuchar que todavía me amas.
Y te repito...
Llámame!
Sólo espero tu llamada.
Llámame!
Me estoy muriendo de ganas
Y quiero escuchar que todavía me amas.
Llámame pronto, no te demores.
Te diré que lo siento, que me perdones,
Por la tentación hoy estoy llorando.
Te necesito, esa es la realidad
No soy compatible con la soledad
Cometí un error y lo estoy pagando.