Beck Hansen, nació como Bek David Campbell el 8 de julio de 1970 en Los Ángeles, California. Hijo del músico canadiense David Campbell y Bibbe Hansen, una figura notable en la escena artística de Nueva York, Beck creció inmerso en un entorno de creatividad y diversidad. Desde una edad temprana, experimentó con una variedad de instrumentos musicales y estilos, sirviendo como preludio para lo que sería una carrera ecléctica y dinámica.
A principios de los años 90, Beck comenzó a ganar atención en la vibrante escena de clubes alternativos de Los Ángeles. En 1993, el sencillo "Loser" capturó rápidamente la atención del público y las discográficas. Su lírica irónica y pegajosa consiguió que Beck firmara un contrato con Geffen Records. Ese mismo año, el sencillo se convirtió en un inesperado éxito de radio, estableciendo a Beck como una figura prominente en el panorama musical alternativo.
El álbum debut de Beck con Geffen, Mellow Gold (1994), consolidó su reputación como un artista polifacético. El álbum fue una amalgama de folk, hip-hop, rock, y lo-fi, mostrando su capacidad para moverse fluidamente entre géneros. "Loser" se convirtió en un himno generacional, y el álbum en su totalidad ofreció una visión única del talento multifacético de Beck.
En 1996, Beck lanzó Odelay, un álbum que se considera uno de sus trabajos más emblemáticos. Con la producción de los
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Ver me comin a la ciudad con mi alma
Hacia abajo de el mundo con mis dedos
Aferrarse a los Devil I Know
Todos mis troubles'll colgar en su activación
Tome sus ojos y su mente de la carretera
Dispara tu boca, pero mira donde estás apuntando
No se olvide de recoger lo que siembra
Hablando de basura a la basura a su alrededor
See me kickin de la puerta con mis botas
Se rompió en una zanja de trastos viejos
Serpientes y huesos en la parte de atrás de su habitación
Entregando una confección de veneno
Borracho del cielo del veneno se utiliza
El encanto de los lobos con los ojos de un jugador
Ahora veo que es un consuelo para ti
Hammer mis huesos en el yunque de la luz del día
No voy a renunciar a ese fantasma
Está enferma la manera en estas lenguas se tuercen
El bien en nosotros es todo lo que sabemos
Hay demasiado a la izquierda para probar que la amarga