Estelares es un grupo que ha dejado una huella indeleble en el panorama del rock argentino. Con un sonido distintivo y letras poéticas, han conquistado el corazón de miles de fanáticos a lo largo de su carrera. Este artículo explora su historia, desde sus humildes comienzos hasta su consolidación como una de las bandas más respetadas y queridas del país.
Estelares se formó en el año 1996 en La Plata, una ciudad argentina conocida por su vibrante escena musical. La banda fue fundada por el cantante y guitarrista Manuel Moretti y el bajista Víctor Bertamoni. Pronto se les unieron el guitarrista Pablo Silvera y el baterista Gerardo Farez. Desde sus primeros días, Estelares mostró una inclinación hacia las melodías pegajosas y las letras profundas que abordaban temas universales como el amor, la soledad y la introspección.
En 1996, lanzaron su primer álbum, "Extraño Lugar". Aunque el disco no alcanzó un éxito comercial inmediato, fue bien recibido por la crítica y estableció las bases de su estilo característico. Influenciados por bandas como The Smiths, R.E.M., y Soda Stereo, Estelares comenzó a construir una fiel base de seguidores.
El año 2003 marcó un punto de inflexión para Estelares con el lanzamiento de su tercer álbum, "Ardimos". Liderado por el sencillo "Aire", el disco tuvo un éxito considerable y posicionó a la banda en el radar nacional. Las melodías envolventes y las letras introspectivas resonaron
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Anduve perdido por las calles del amor,
cayendo bajo y el cielo nunca me habló.
Sin la esperanza en mi rojo auto sport,
con trajes viejos y zapatos de charol.
Anduve sin ropas en los vahos de la fé.
Aún me estoy riendo y no entiendo el por qué.
Estuve sin rumbo como cría de leopardo,
desorientado al pie del Kilimanjaro.
Estuve esperando el canto de un ruiseñor
todas las mañanas en una casa en Colón.
Sin saber por qué el viento se llevó
a aquella doncella, preciosa primavera.
Y nunca me habló, me refiero al sol,
maldito lugar, y la singular colección de amores
se hizo trizas en el aire.
Yo no sé muy bien si por vanidad o por orgullo cruel
uno se hace fiel, adicto al absurdo
baile de los ojos muertos...