La Barra es uno de los grupos más emblemáticos de la música tropical en Argentina. Fundada en 1994, la banda ha dejado una huella indeleble en el género del cuarteto, fusionando ritmos modernos con el estilo tradicional cordobés. Este género, nacido en la provincia de Córdoba, ha encontrado en La Barra a uno de sus más fieles representantes.
La Barra se formó en Córdoba, en 1994, cuando un grupo de amigos decidieron unir sus talentos musicales para crear un proyecto fresco y vibrante. La primera formación oficial incluyó a Javier "La Pepa" Brizuela como voz principal, Fernando Bladys (ex-MKO) en voz, Carlos de Piano en teclado y dirección musical, y personajes indispensables como Miguel "El Pela" Bargas en las congas.
En 1995, lanzaron su primer disco titulado Obsesión, el cual marcó el inicio de una carrera meteórica. El álbum fue un éxito rotundo, con hits como “La Carta” y “Amor Infiel” que resonaron en toda Argentina. Con su estilo inconfundible y letras que hablaban de amor y desamor, La Barra capturó el corazón del público.
A lo largo de los años, La Barra ha lanzado más de 30 álbumes, cada uno explorando nuevos matices y ritmos. Además del cuarteto, han incorporado elementos de otros géneros como la cumbia, el pop y la salsa. Esta versatilidad les ha permitido mantenerse vigentes y seguir atrayendo a las nuevas generaciones.
Letra La novia de Dios - La Barra
Por no hablarte de amor,
me quedé como un río sin agua.
Por no hablarte de amor,
nunca pude saber que me amabas.
Por no hablarte de amor
tú te hiciste devota del cielo.
Por no hablarte de amor,
me hice yo un pecador
y me perdí en el infierno.
La novia de Dios, ay mi niña de las faldas largas.
Pequeño gorrión, nunca tuve valor de decirte
"Te quiero, te quiero".
La novia de Dios, hoy te vi más hermosa que nunca
en la iglesia del pueblo y creí que podía morirme
de rabia y de celos.
Pero eras de Dios, la novia de Dios
y yo un pecador que no tiene remedio.
Por no hablarte de amor,
te casaste con Dios en el cielo.
Por no hablarte de amor,
me quedé con la rabia y los celos.
Por no hablarte de amor,
tú belleza en mí es todo un recuerdo.
Por no hablarte de amor,
me hice yo un pecador que merece el infierno.