En la ciudad industrial de San Carlos, en Chile, un grupo de jóvenes apasionados por la música formó en 1968 la agrupación que más tarde sería reconocida en toda América Latina: Los Ángeles Negros. La banda, integrada por Germaín de la Fuente, Mario Gutiérrez, Luis Ortiz, Jorge González y Sergio Rojas, tenía un objetivo claro: tocar boleros y baladas con un estilo propio.
Desde su debut en un concurso de bandas locales, Los Ángeles Negros empezaron a ganarse la atención del público y de la industria musical. Su primer álbum, "Porque te Quiero", lanzado en 1969, incluyó éxitos como "Y Volveré" y "Cómo Quisiera Decirte". Estas canciones, con letras profundas y arreglos orquestales, cautivaron a oyentes que rápidamente hicieron del grupo un fenómeno regional.
Durante los años 70, la agrupación vivió una etapa dorada. Su estilo, una fusión de soul, bolero y rock psicodélico, les permitió romper fronteras y conquistar corazones en México, Colombia, Perú y otros países del continente. En esta década, lanzaron una serie de discos exitosos, como "Y Volveré" y "A tu Recuerdo".
A pesar de los cambios en su formación, la voz de Germaín de la Fuente siguió siendo el sello inconfundible de la banda. El carisma y la emotividad de su interpretación hicieron que la agrupación se consolidara como uno de los referentes del bolero romántico.
Al final de los años 70, el grupo enfrentó varios
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Serenata sin Luna
No hace falta que salga la luna
Pa´ venir a entregarte mi amor
Ni hace falta que el cielo este lindo
Pa´ venirte a entregar mi canción
No encontré las palabras precisas
Pa´ decirte con loca pasión
Que te quiero que tu eres mi vida
Que soy un esclavo de tu corazón
Solo Dios que me vio en mi amargura
Pudo darme consuelo en su amor
Y Mando para mí su ternura
Y así con tus besos borro mi dolor
No te importa que venga borracho
A decirte mis cuitas de amor
Si bien sabes que si ando tomando
Cada copa la brindo en tu honor
No te puedo decir lo que siento
Solo se que te quiero un montón
Y que ha veces me siento poeta
Y vengo a cantarte mis versos de amor
Solo Dios que me vio en mi amargura
Pudo darme consuelo en su amor
Y Mando para mí su ternura
Y así con tus besos, borro mi dolor