Los Pecos, un dúo icónico español, surgen en el panorama musical a finales de la década de 1970. Formado por los hermanos Pedro José Herrero Pozo (Madrid, 26 de diciembre de 1960) y Francisco Javier Herrero Pozo (Madrid, 4 de junio de 1963), este grupo revolucionó la música pop adolescente en España. Criados en un ambiente humilde y de barrio, los hermanos se inspiran en su entorno y experiencias cotidianas para sus temas románticos que calan hondo en la juventud de la época.
En 1978, Los Pecos lanzan su primer sencillo, "Esperanzas", bajo la discográfica CBS. El éxito de esta canción les catapulta a la fama, vendiendo rápidamente miles de copias. A esto le sigue su primer álbum, también titulado "Esperanzas", que se convierte en un fenómeno sin precedentes en la música española.
Con letras que abordan el amor adolescente y las dificultades emocionales, Los Pecos conectan con un amplio público juvenil. Su estilo de baladas pop, acompañado por las voces melódicas de Pedro y Javier, atraviesa barreras generacionales y establecen el dúo como un icono musical.
Durante los años siguientes, Los Pecos continúan lanzando álbumes que replican y amplían su éxito inicial:
Estos trabajos se caracterizan por una evolución en la calidad y la complejidad de sus producciones, manteniendo siempre el sello emotivo y cercano que define su música. Canciones como "Acordes", "Guitarra", y "Háblame de Ti"
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Ayer, madre querida, tuve un hermoso sueño,
tan bello que quisiera que fuera verdad y eterno...
Los hombres no hablan de guerra, no se matan como bestias,
no existe el odio ni envidia,
siempre luz en las estrellas...
¡Qué bonito vivir si los sueños me alimentasen...!
¡Me echaría a dormír para que no me despertasen...!
¡Ahh, ahh, ahh, ahhh!
¡Ahh, ahh, ahh, ahhh!
Y la juventud cantaba con amor y con grandeza,
y al sol se calentaban los viejos con su paciencia.
Y los niños que en la escuela quieren de todo aprender,
con sus cantos de inocencia llenan el atardecer...
¡Qué bonito vivir si los sueños me alimentasen...!
¡Me echaría a dormir para que no me despertasen...!
¡Ahh, ahh, ahh, ahhh!
¡Ahh, ahh, ahh, ahhh!
Y las mujeres alegres que en su regazo adormecen,
a sus hijos con ternura mientras las ciudades crecen.
¿Verdad, madre, que es muy bello todo cuanto yo soñé...?
Voy a dormirme de nuevo,
a ver si sueño otra vez...
¡Ahh, ahh, ahh, ahhh...!
¡Ahh, ahh, ahh, ahhh...!