Jaime Camil, un nombre que evoca talento, carisma y versatilidad, nació el 22 de julio de 1973 en la Ciudad de México. Desde una temprana edad, Jaime mostró un fuerte interés por las artes, influenciado en gran medida por su familia. Su padre, Jaime Camil Garza, un empresario de gran renombre, y su madre, Cecilia Saldanha da Gama, de origen brasileño, siempre apoyaron sus inclinaciones artísticas.
Estudió Administración de Empresas en la Universidad Anáhuac, sin embargo, su pasión por el espectáculo fue más fuerte. Se formó en diversas disciplinas artísticas, cursando estudios en canto, actuación y producción. Este increíble esfuerzo le permitió forjar una carrera multidimensional que sigue brillando hasta hoy.
Antes de consolidarse como actor, Jaime Camil probó suerte en la industria musical. En 1999 lanzó su primer álbum, Para estar contigo. Este trabajo discográfico, que incluyó baladas románticas y ritmos latinos, le permitió atraer la atención del público y la crítica especializada. Algunos éxitos de este álbum incluyen "Dime" y "Muriendo por ti".
En 2002, Camil lanzó su segundo álbum, Una vez más. Este disco también fue bien recibido y consolidó aún más su carrera como cantante. Canciones como "Amor Total" y "Volver" se convirtieron en favoritas del público.
El talento de Jaime Camil no se limitó solo a la música. En 2000, comenzó su carrera en televisión como conductor del programa El show de Jaime Camil, donde
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Colombina Song Lyrics
Colombina by Jaime Camil En el tumulto de los húsares de Momo
Encandilado por las luces de otro barrio
Aquel murguista saludandocon su gorro
Se despedía como siempre del tablado
Entre la nube de pintados chiquilines
Vio la sonrisa que enviaba una princesa
Entre los rostros de mezclados colorines
Dudó si era para él la gentileza
Y por si acaso dedicó una reverencia
A la muchacha que en la noche se quedaba
En el momento de partir la bañadera
Volando un beso se posaba en su ventana
Y paso a paso la ansiedad lo malhería
Quedaba poco del noctueno itinerario
Uno tras otro los cuplés se sucedían
Se retiraban del último escenario
Tiró el disfraz en el respaldo del asiento
Borró los restos de pintura con su mano
Volando un tacho lo llevaba contra el viento
La vio justito a la salida del tablado
"Cómo te va", dijo el murguista a la muchacha
Que lo cortó con su mirada indiferente
Le dijo "Bien" y lo dejó como si nada
Nuevamente...
La princesa...
Se perdía entre la gente
Que no se apague nunca el eco de los bombos
Que no se lleven los muñecos del tablado
Quiero vivir en el reinado del Dios Momo
Quiero ser húsar de su ejército endiablado
Que no se apaguen las bombitas amarillas
Que no se vaya nunca más la retirada
Quiero cantarle una canción a Colombina
Quiero llevarme su sonrisa dibujada