En el melódico paisaje de la música navideña, 'Villancicos' emerge como una luminosa estrella. Formado en la primera mitad del siglo XX, este conjunto musical se dedicó exclusivamente a la interpretación de villancicos tradicionales y modernos. Fue un grupo concebido por un grupo de amigos en la pequeña localidad de Bethlehem, famosa por su espíritu navideño. Inspirados por las melodías que marcaron su infancia, decidieron llevar su pasión al escenario.
La ascendencia de 'Villancicos' fue rápida. Sus primeras actuaciones en iglesias y plazas locales capturaron el corazón de la comunidad. Con esa aceptación, no tardaron en grabar su primer álbum, "Noche de Paz", un éxito rotundo. La voz cristalina de su vocalista principal, Clara Montoya, resonaba como un eco celestial, mientras los armoniosos coros complementaban a la perfección.
Uno de los aspectos más fascinantes de 'Villancicos' es su capacidad para mantener la esencia del villancico a la vez que incorporaban toques contemporáneos. En la década de 1980, coquetearon con sintetizadores y beats electrónicos en su álbum "Villancicos en la Nieve", logrando un sonido fresco pero sin apartarse de sus raíces.
El grupo tuvo el honor de interpretar un concierto navideño especial en el Vaticano en 1975, bajo la mirada atenta del Papa Pablo VI. Considerado uno de los eventos más significativos en su carrera, esta actuación les dio
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Quisiera niño besarte
Y San José no me deja
Dice que te haré llorar
¿Verdad que aún así me dejas?
Ha nacido en un portal
Llenito de telarañas
Entre la mula y el buey
El Redentor de las almas
En Belén tocan a fuego
Del portal sale una llama
Es una estrella en el cielo
Que ha caído entre las pajas
Yo soy un pobre yaucano
Que vengo de Yauco aquí
Y a mi niño Dios le traigo
Un gallo quiquiriquí
Ya lo sabes, niño hermoso
Soy del pueblo del café
Por si quieres dos saquitos
También yo te los traeré
Yo soy Juan el verdurero
Que vengo de la montaña
Y te traigo viandas buenas
Desde mi humilde cabaña
Al niño recién nacido
Todos le ofrecen un don
Yo, como no tengo nada
Le ofrezco mi corazón