El Judas, una banda que marcó un antes y un después en el panorama del metal mundial, se originó en una pequeña ciudad del norte de España a finales de los años 90. Fundada por el carismático vocalista Ismael "El Judas" Rodríguez y el guitarrista Esteban "Murciélago" García, la banda rápidamente se destacó por su estilo único que fusionaba elementos de varios subgéneros del metal con influencias del flamenco y la música folk. El nombre "El Judas" fue elegido para simbolizar la traición a los géneros musicales convencionales, aventurándose en terrenos inexplorados.
Su primer álbum, "Traición Metálica", lanzado en 2001, se convirtió en un éxito inmediato en el circuito underground. Con temas como "Besos de Sangre" y "Guitarra y Furia", la banda atrajo la atención de críticos y fanáticos por igual. Este debut se caracteriza por su intensidad lírica y la complejidad instrumental, combinado con un toque andaluz que no dejó indiferente a nadie.
El lanzamiento fue seguido por una trilogía de álbumes conceptuales: "Sombras y Luces" (2003), "Corazón de Hierro" (2005) y "Renacimiento" (2007). Cada uno de estos trabajos solidificó su posición en la escena metalera y les permitió realizar giras por Europa y América Latina.
A mediados de la década de 2010, El Judas ya era un nombre reconocido en festivales importantes como Wacken Open Air y Hellfest. Su fama se consolidó con el álbum "Éxodo" (2012), que incluyó colaboraciones con artistas renombrados del
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Pierdo mis defensas en los recodos de la angustia
Busco una mirada, cada momento, en todas partes
Mi vida no es de nadie, ni yo le pido a nadie nunca
Que haga algo que yo mismo tampoco haría sin dudarlo.
Y solo sé que no puedo estar;
Si tú te vas, mi casa voy a quemar.
Mi chica está tan sola que busca el centro de la calle.
Su puerta y su mirada siempre abiertas de par en par.
Y sola, sé que no puede estar;
Y ahora sé que sé perder.
Y al final, sólo envidia y ambición;
Y ya sé que sin buscar no encontrar.
Paso al loco de la calle
Paso al ansia de vivir.
Mi cuarto es tan pequeño que nunca encuentro sus esquinas
Desde que tú te has ido, se ríe de mi la soledad;
Te espero en los caminos y te confundo a todas horas.
Y solo sé que no puedo estar;
Si tú te vas, mi casa voy a quemar.
Y al final, sólo envidia y ambición;
Y ya sé que aunque busque nunca encontraré.
Paso al loco de la calle.
Paso al ansia de vivir.