La historia de La Sonora de Margarita comienza en la vibrante década de los 80. Margarita María de Santa Teresita Vargas Gaviria, conocida artísticamente como Margarita La Diosa de la Cumbia, es la principal figura de este reconocido grupo musical. Nacida en Colombia, en un hogar humilde pero lleno de alegría y música, Margarita desde muy joven mostró un talento innato para el canto y la música.
El grupo se formó en 1986 y rápidamente capturó la atención del público con su estilo único. Liderados por Margarita, quien es tanto la vocalista principal como la cara del grupo, comenzaron a ganar popularidad en toda América Latina. Su música, una fusión de cumbia, salsa y ritmos tropicales, resonó fuerte y claro en las radios y fiestas de toda la región.
En la década de los 90, La Sonora de Margarita no solo conquistó los corazones de su país natal, sino que también logró penetrar en mercados internacionales. En México, su éxito fue rotundo, consolidándose como uno de los grupos de cumbia más queridos y reconocidos. Su carisma, su voz poderosa y la habilidad para poner a todos a bailar los llevaron a recorrer escenarios importantes, desde grandes festivales hasta presentaciones televisivas.
Canciones como “La Cumbia del Caribe”, “Mi Bombón” y “Qué Bello” se volvieron himnos de la cumbia, y Margarita se ganó el apodo de La Diosa de la Cumbia por su habilidad para interpretar este género con una
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Y yo que te deseo a morir
Ya no te mojes los labios
ni me insinúes tus ganas
eres tan bello y sensual
que no se si me iré
ahora o mejor después.
Y yo que te deseo a morir
que importa esta es la última vez
el orgullo puede esperar
pero me arrepiento
en el piso donde sea y tómame.
Que bello cuando me hablas así
y muerdes cada parte de mi
que bellos son tus celos de hombre
que sientes cada vez que me voy.
Mientras me visto otra vez
tu me preparas un té
y espero siempre escuchar
esa mentira usual
que no me deja marchar.
Confiado te acercas a mi
y bebo de tus manos el té
ay! eres tan bello y sensual
que no se si me iré
ahora o mejor después.
Y yo que te deseo a morir
que importa esta es la última vez
el orgullo puede esperar
pero me arrepiento
en el piso donde sea y tómame.
Que bello cuando me hablas así
y muerdes cada parte de mi
que bellos son tus celos de hombre
que sientes cada vez que me voy.