Rocío Quiroz nació el 26 de octubre de 1995 en Chascomús, una pintoresca ciudad de la provincia de Buenos Aires, Argentina. Desde muy joven mostró un interés innato por la música, influenciada por el entorno musical familiar en el que creció. Su madre, siempre cantando en casa, y su padre, fanático del folclore, fueron las primeras referencias musicales que tuvo.
Comenzó a cantar en eventos escolares y pequeñas reuniones sociales en su comunidad. La cumbia, especialmente la cumbia santafesina, rápidamente se convirtió en su estilo preferido. Su voz potente y emotiva, junto con su habilidad para transmitir sentimientos a través de sus interpretaciones, hicieron que fuera notada desde temprana edad.
El punto de inflexión en su carrera llegó cuando, a los 14 años, participó en un concurso de canto en su ciudad natal. No solo ganó el certamen, sino que también captó la atención de productores locales. Este evento la llevó a grabar su primer demo, el cual fue distribuido en emisoras de radio locales, ganando rápidamente popularidad.
Su estilo único y su presencia carismática en el escenario le valieron un contrato con una discográfica independiente, lo que significó un salto significativo en su carrera. A partir de ese momento, comenzó a trabajar arduamente en la producción de su primer álbum de estudio.
En 2012, Rocío lanzó su álbum debut titulado "De Mi Barrio con Pasión". El disco fue un éxito rotundo, destacándose por canciones
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El primer día del resto de mi vida
Entre tus nubes y mis contraluces
fuiste cubriendo el cielo con las cruces,
que terminaron por tapar el sol.
¡Tu voz sonaba tan arrepentida...!
Arrodillado como un niño en la orilla,
desenterrando un poco de tu amor.
Y ahora que te digo "adiós", y se abren mis alas
me pides perdón.
Te quise como a nada más, como al respirar,
te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar,
ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar,
que llora el río cuando pasa porque nunca volverá.
Las lágrimas que saben más amargas
son las que llevan dentro las palabras
que se quedaron en tu corazón.
La noche siempre trae algún consejo,
pero el silencio aviva los remordimientos.
Yo fui en tu vida un baile sin canción.
Y ahora que te digo "adiós", y se abren mis alas
me pides perdón.
Te quise como a nada más, como al respirar,
te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar,
ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar,
que llora el río cuando pasa porque nunca volverá.
Pero te quise como a nada más, como al respirar,
te quise como el fuego al viento en una noche de San Juan.
Y ahora que me voy me das la luna sobre el mar,
ahora que no hay más destino que el camino en soledad.
Ya queda poco por decir, y poco para recordar,
que llora el río cuando pasa porque nunca volverá.
El primer día de mi vida sin ti cosí tu sombra al viento que se marcha,
guardé el suspiro de después de partir, dejé una carta para mis fantasmas.
El primer día de mi vida sin ti cubrí recuerdos con sábanas blancas,
soplé en tu cara todo lo que sufrí, llegó la música hasta mi ventana.