Gigi d'Agostino, cuyo nombre real es Luigino Celestino di Agostino, ha dejado una huella imborrable en el mundo de la música electrónica. Conocido por su estilo único y sus producciones innovadoras, Gigi ha cautivado a audiencias de todo el planeta. Su historia es un viaje fascinante de pasión, dedicación y talento extraordinario.
Nacido el 17 de diciembre de 1967 en Turín, Italia, lo cual significó su temprana exposición a una mezcla rica de influencias culturales y musicales. Desde una edad temprana, mostró un fuerte interés en la música, tocando varios instrumentos y explorando diferentes géneros musicales. Sin embargo, su verdadera pasión se encontró en el universo del dance y la música electrónica.
La escena musical de Turín en los años 80 estaba en pleno auge, ofreciendo una confluencia de sonidos y estilos. Lugares como discotecas y clubes locales se convirtieron en el campo de juego de Gigi, donde comenzó a formarse como DJ. Inspirado por artistas icónicos del eurodance y el techno, encontró su propia voz en la mezcla de ritmos y melodías.
Su carrera profesional despegó en la década de los 90. En 1992, Gigi lanzó su primer sencillo, "Bla Bla Bla", una muestra de su habilidad innata para combinar elementos de house, techno y eurodance. Aunque no fue un éxito instantáneo, el sencillo ayudó a establecer su presencia en la escena musical italiana.
L'ultimo Bacio-Gigi D'Agostino-Carmen Consoli (Lento Violento)
Cerchi riparo fraterno conforto
tendi le braccia allo specchio
ti muovi a stento e con sguardo severo
biascichi un malinconico Modugno
Di quei violini suonati dal vento
l'ultimo bacio mia dolce bambina
brucia sul viso come gocce di limone
l'eroico coraggio di un feroce addio
ma sono lacrime mentre piove
piove
mentre piove
piove
mentre piove
piove
Magica quiete velata indulgenza
dopo l'ingrata tempesta
riprendi fiato e con intenso trasporto
celebri un mite e insolito risveglio
Mille violini suonati dal vento
l'ultimo abbraccio mia amata bambina
nel tenue ricordo di una pioggia d'argento
il senso spietato di un non ritorno
Di quei violini suonati dal vento
l'ultimo bacio mia dolce bambina
brucia sul viso come gocce di limone
l'eroico coraggio di un feroce addio
ma sono lacrime
mentre piove
piove
mentre piove
piove
mentre piove
piove