Edgar Oceransky, cuyo nombre completo es Edgar Oceransky Hernández, nació el 6 de agosto de 1975 en la Ciudad de México. Desde muy joven, mostró una inclinación natural hacia la música y la poesía, influenciado en gran medida por el ambiente artístico en el que creció. Su infancia estuvo marcada por la presencia de músicos y poetas, lo que despertó en él un amor temprano por las palabras y las notas.
A principios de los años noventa, Edgar ya estaba inmerso en el mundo de la música. Durante esta época, se dedicó a perfeccionar su estilo y a componer sus primeras canciones. Participó en pequeños conciertos y tertulias de trovadores, donde empezó a ganar reconocimiento por su voz cálida y sus letras íntimas.
El trabajo de Edgar Oceransky está profundamente influenciado por la trova y la canción de autor latinoamericana. Artistas como Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y Luis Eduardo Aute han dejado una marca en su obra. Su estilo se caracteriza por un lirismo evocador y una capacidad única para conectar emocionalmente con su audiencia.
La carrera discográfica de Edgar Oceransky se ha desarrollado a lo largo de varias etapas, cada una reflejando diferentes aspectos de su evolución artística y personal.
Tuve una vez amor
de la mano de aquèl
que se marchò sin hablar a buscar esa paz que màs tarde encontrè
tuve una madre que
llorò en la oscuridad
por enseñarme que atarse de manos y pies tambièn es libertad.
Tuve una guitarra que robaron y un altar
tuve un buen amigo que pienso recuperar
tuve una libreta con mil cosas que contar
tuve una vez la ilusiòn de volar y cuando pude hacerlo llorè.
Tuve un primo de diez
un disco de hombres G
y una familia en el mar que te puede contar donde està mi niñes
tuve un hermano que
un dìa quise salvar
y me lancè sin dudar hasta el fondo del mar y èl me salvò despuès.
Tuve una guitarra que robaron y un altar
tuve un buen amigo que pienso recuperar
tuve una libreta con mil cosas que contar
tuve una vez la ilusiòn de volar y cuando pude hacerlo llorè.
Tuve a los dieciseis
una pandilla que
entre cerveza y billar me escuchaba cantar y asì es como empecè
tuve una vez la ilusiòn de volar y si lloro ya saben porque.