Piter-G, cuyo nombre real es Francisco Javier Sánchez Gutiérrez, nació el 19 de julio de 1987 en Zaragoza, una ciudad rebosante de historia y cultura. Desde una edad temprana, encontró en la música una forma de expresión. Criado en un entorno urbano, Piter-G se sintió atraído por los ritmos del rap y del hip-hop, géneros que resonaban profundamente con su experiencia de vida y sus pensamientos.
En su adolescencia, Piter-G se zambulló de lleno en la escena del rap local. Inspirado por artistas del rap español como Kase.O, Violadores del Verso y Nach, comenzó a escribir sus propios versos. Su estilo se caracterizaba por su brutal honestidad y relatos de la vida cotidiana, lo que le permitió conectar rápidamente con el público.
A mediados de los años 2000, Piter-G decidió grabar sus primeras maquetas. Estas grabaciones caseras, a pesar de su calidad rudimentaria, mostraban un talento innato y una pasión inagotable. Poco a poco, fue ganando reconocimiento en la escena underground de Zaragoza y otras ciudades, captando la atención por su habilidad lírica y su presencia en el escenario.
La trayectoria de Piter-G dio un giro significativo en 2010 con el lanzamiento de su primer álbum profesional, "Desde el barrio". Este trabajo fue aclamado tanto por críticos como por seguidores y marcó su ascenso en la industria musical española. Con este álbum, Piter-G consolidó su
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Obsesionado
La vigilo desde mi ventana,
me seduce solo su mirada.
Mi telescopio apunta a su cama,
pude ver como se los tiraba.
Su pareja nada sospechaba,
ni de cuernos, ni del que miraba;
y mirando su vida notaba
que un hombre como yo le faltaba.
Ya no puedo parar de mirar...
Me encanta como se acaricia el pelo...
Me hechiza verla cada despertar,
del aire que la roza siento celos.
Quiero bajar a su casa y tocarla,
hacerle todo el amor que haga falta,
Su piel es puro dese dinámico,
orgásmico, me mata...
Llevo días sin ir al trabajo,
no dejo de mirar a esa tía,
si hace falta por ella me rajo,
se ha convertido en el pan de mis días.
Una voz empieza a sonar,
algo me dice que la vaya a buscar,
que como siga esperando quizás,
nunca la pueda volver a ver más...
Poseído, ciego de coca,
llevo la última raya en cuerpo.
Algo me dice que lleve navaja,
que su cuerpo apetece ver muerto...
Algo quema dentro de mi cabeza,
me viene un flash de su recuerdo,
sabía que estaba cerca,
notaba la esencia del sueño, aquel que tuve despierto.
De un portazo abrí su puerta,
de dos puñaladas la dejé muerta,
me la tiré hasta que dejó de oler bien,
acaricié su piel llena de semén.
La envolví en bolsas de basura,
Volví a casa, consciente de mi locura,
eran dos centros de mi gritando:
¡Matála! , ¡Déjala!, ¡Viólala,
Caigo desde las alturas...