Joyitas de Ángel nació en un pequeño pueblo costero de Andalucía en el año 1990. La banda fue formada por Ángel Martínez, un joven con una profunda pasión por la música. Desde muy pequeño, Ángel había mostrado un talento especial para tocar la guitarra y cantar, influenciado por las tradiciones flamencas y las canciones populares de su región. Sus padres, ambos trabajadores del campo, le regalaron su primera guitarra a los siete años, un gesto que marcó el inicio de su historia musical.
A finales de la década de 1990, Ángel unió fuerzas con su primo Juan Sánchez, un percusionista con una destreza notable en el cajón flamenco. Juntos comenzaron a tocar en fiestas locales y pequeños eventos, ganando rápidamente una base de seguidores leales. En 1998, decidieron formalizar su dúo bajo el nombre de Joyitas de Ángel. Durante este período, conocieron a Lourdes Vázquez, una talentosa violinista que agregaría una dimensión completamente nueva a su sonido.
La combinación de la guitarra melódica de Ángel, la apasionada percusión de Juan y los emotivos arreglos de violín de Lourdes creó una mezcla única de flamenco, pop y música clásica. Sus canciones hablaban de amor, desamor y las luchas de la vida cotidiana, tocando el corazón de quien las escuchaba. En el año 2000, lanzaron su primer álbum, "Corazones del Sur", que rápidamente se convirtió en un éxito regional.
Jamás he podido respetar esas extrañas leyes.
Jamás lo podré disimular,
luna vuela y hazme a mi volar.
Estás tan lejos de mí que a veces pienso que nunca te encontré.
Un mundo extraño, dormido, a punto siempre de estallar.
Digo que volveré, primero debo aprender a caminar.
Sin ti sobreviviré, muy lejos tu nombre me acompañará.
Mi patria en mis zapatos, mis manos son mi ejército;
nace luna fría, nace y hazme olvidar.
Mírame, soy provisional;
tú también y nadie te comprenderá.
Quédate un minuto más;
luna azul descansa y hazme descansar.
Correré y gritaré si realmente queda algo que gritar
Lucharé y conquistaré si en verdad queda algo por conquistar.
Hablar donde las palabras mueren; mis ojos llegan más allá;
soñar, trabajo de dioses; luna vuela y hazme a mí volar.
Extrañas leyes en un mundo extraño.
Como a una niña de verdad te encontré llorando