Pastorita Huaracina, cuyo verdadero nombre es María Alvarado Trujillo, nació el 19 de diciembre de 1930 en el pequeño y pintoresco pueblo de Chiquián, en la provincia de Bolognesi, departamento de Ancash, Perú. Desde muy joven, María mostró un talento innato para el canto, influenciada por las melodías y ritmos que emanaban de la vida rural que la rodeaba. Sus padres, humildes campesinos, apoyaron su inclinación por la música, aunque nunca imaginaron hasta dónde la llevaría su voz.
El folklore andino se convirtió en el refugio y la fuente de inspiración de María. Desde temprana edad, participó en festivales locales y serenatas, presentando un repertorio rico en huaynos, yaravíes y mulizas, que son géneros musicales tradicionales de los Andes peruanos. Su capacidad para interpretar estos estilos con una profunda conexión emocional la hizo destacar en su comunidad.
A medida que crecía, también lo hacía su reputación como cantante. María decidió adoptar el nombre artístico “Pastorita Huaracina” en honor a su tierra natal y a la tradición pastoral que marcó su infancia. Empezó a viajar a Lima para actuar en eventos más grandes, donde su talento no tardó en ser reconocido.
En la década de 1950, Pastorita Huaracina firmó sus primeros contratos discográficos, grabando canciones que rápidamente se volvieron populares en todo el territorio peruano. Su voz melancólica y a la vez poderosa, junto con la autenticidad de sus interpretaciones, capturaron
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Letra A Los Filos De Un Cuchillo - Pastorita Huaracina
Entregar mi vida quisiera,
a los filos de un cuchillo;
a ver si de esta manera
se acaba mi existencia.
Qué triste había sido, paisanito
separarse de un solo nido.
Qué triste había sido, paisanito
separarse de un solo nido.
Jamás pensaba, cholito
separarme yo contigo.
Jamás pensaba, cholito
separarme yo contigo.
Qué buena volada diste
en busca de otra mejor
no dudo que has encontrado
quien te patee mejor.
Qué buena volada diste
en busca de otra mejor
no dudo que has encontrado
quien te ponga guapo.