Carlos Sadness, cuyo nombre real es Carlos Alberto Sadness Campos, nace el 31 de marzo de 1987 en Barcelona, España. Desde muy joven, Carlos muestra un interés profundo por el arte y la música, absorbiendo influencias de su entorno mediterráneo.
Antes de convertirse en un referente en la escena musical, Carlos Sadness inicia su trayectoria en el mundo del arte y el diseño gráfico. De hecho, estudia Publicidad y Relaciones Públicas, y trabaja como ilustrador para diversas revistas y proyectos publicitarios. Su habilidad con el lápiz y los colores destaca, y eso se refleja más adelante en su estilo visual y en las portadas de sus discos.
No es hasta 2006 que Carlos comienza a ser conocido en la música, inicialmente bajo el pseudónimo de Shinoflow. Publica varias maquetas y EPs que logran captar la atención de la crítica y un nicho de seguidores. Su estilo, una mezcla de rap y melodía pop, lo distingue en la creciente escena del indie español.
En 2012, Carlos Sadness publica su primer álbum oficial “Ciencias Celestes”, una obra que marca un punto de inflexión en su carrera. Sus letras poéticas, cargadas de simbolismo y referencias a la naturaleza y el cosmos, conectan con un público ávido de nuevos sonidos. Este álbum establece su estilo característico: una mezcla ecléctica de indie pop, folk y toques electrónicos.
En 2015, el álbum “La idea salvaje” consolida su presencia en el
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Calle arriba, caminé tranquilo
Al encuentro de un invierno frío
Que dejé pasar
Al doblar la esquina y en la acera
Me dí de bruces con la primavera
No la vi llegar
Un verano sin excusa
En otoño me olvidó la musa
Me dejó marchar
Rodeado de equipajes que se pierden en el viaje
Y ahora solo queda recordar
Se dibujan los colores
Vivos en la magia de las flores
En la luz vital
Rodeado de equipajes
Que se pierden entre viaje y viaje
Queda recordar
Y por esto vivo el día
Día simple, día claro
Vivo al menos sin temores
Sin el miedo de gozar, cada pueblo, cada puente
Cada cruce me han enseñado
Que con hoy es suficiente
Calle arriba, caminé tranquilo
Al encuentro de un soñado estío
Que hubo que pasar
Al doblar la esquina en la primera
El otoño me enseñó quien era
Me invitó a pensar
Se dibujan los colores
Vivos en la magia de las flores
En la luz vital
Rodeado de equipajes
Que se pierden entre viaje y viaje
Queda recordar
Y por eso vivo el día
Día simple día claro
Vivo al menos sin temores
Sin el miedo de gozar
Cada pueblo, cada puente
Cada cruce me ha enseñado
Que con hoy es suficiente
Y por esto vivo el día
Día simple, día claro
Vivo al menos sin temores
Sin el miedo de gozar
Cada pueblo, cada puente
Cada cruce me ha enseñado
Que con hoy es suficiente