El nacimiento de Banda El Recodo de Cruz Lizárraga se remonta a principios de los años 30 del siglo XX, en el pequeño pero vibrante pueblo de El Recodo, Sinaloa, México. Fundada por Cruz Lizárraga en 1938, la banda surgió como un sueño humilde que con el tiempo se convertiría en un fenómeno musical a nivel mundial.
La visión de Cruz Lizárraga no solo era llevar la música de banda a cada rincón de México, sino también enriquecer el género con elementos innovadores. Con una tuba, tambora, clarinetes y trompetas, la banda comenzó a ganar popularidad en fiestas locales y eventos comunitarios. Su primer gran éxito llegó con la canción "Mi Adorada", y poco a poco, la Banda El Recodo fue ganándose un lugar en el corazón del público.
La década de los 50 marcó un periodo de expansión y reconocimiento internacional. Con giras que los llevaron a Estados Unidos, Cuba y otros países de América Latina, Banda El Recodo empezó a romper barreras culturales y lingüísticas. Sus presentaciones en vivo eran un espectáculo vibrante, lleno de energía y pasión, que dejaban una impresión duradera en el auditorio.
A lo largo de los años 70 y 80, la banda se consolidó como un ícono de la música regional mexicana. Con éxitos como "El Sinaloense" y "Viva México", Banda El
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Las lágrimas de un hombre
Discúlpeme mi amigo
pero desde hace rato
allá desde mi mesa
lo he visto llorando y
cuando un hombre llora
había de ser de pena,
los hombres nunca lloran,
los hombres nunca lloran
como no sea por ellas.
Si usted me lo permite
quisiera acompañarlo
en esta misma mesa
me vieron llorando, por
una hermosa dama que
hoy vive en mi recuerdo
me sé ya de memoria
me sé ya de memoria
lo que esta usted sintiendo.
Las lágrimas de un hombre
son lágrimas sagradas
pues cuando un hombre llora
se le refleja el alma.
Las lágrimas de un hombre
son lágrimas de oro
pues cuando un hombre
refleja su nobleza que es
su mayor tesoro.
Las lágrimas de un hombre
son lágrimas sagradas
pues cuando un hombre llora
se le refleja el alma.
Las lágrimas de un hombre
son lágrimas de oro
pues cuando un hombre
refleja su nobleza que es
su mayor tesoro.