La Banda Limón, una de las agrupaciones más icónicas de la música regional mexicana, tuvo sus inicios en el encantador pueblo de El Limón, en el estado de Sinaloa, México. Era el año 1967 cuando Salvador Lizárraga decidió formar un grupo musical con la intención de traer alegría y entretenimiento a su comunidad. Lo que comenzó como un sueño local rápidamente se transformó en una travesía que llevaría a la banda a la cúspide del éxito nacional e internacional.
Los primeros años no fueron sencillos para Banda Limón. Los integrantes iniciales, jóvenes apasionados por su música, invertían largas horas en ensayos y pequeñas presentaciones locales. Sin embargo, su dedicación y talento innato capturaron la atención del público, llevándolos a ganar popularidad gradualmente. En estos primeros años, la banda interpretaba lo que ahora se reconoce como el estilo tradicional de banda sinaloense, caracterizado por el uso de instrumentos de viento y percusión.
La década de los 80 fue un periodo crucial para Banda Limón. Con un esfuerzo colectivo y una incansable búsqueda de perfección, la banda comenzó a producir grabaciones que atrajeron la atención de sellos discográficos. Firmaron su primer contrato con una importante disquera mexicana, lo que les permitió lanzar sus álbumes a nivel nacional. Su reputación creció exponencialmente con éxitos sonados como "El Palo Verde" y "La Culebra", canciones que se volvieron himnos de la música
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Perdona mi franqueza
No te perdí, nunca fuiste mía, pusiste el cuerpo,
disfrazado de pasión, que hermosa mentira.
No moriré, quédate tranquila, para la muerte,
soy un gato corazón, me sobran vidas.
Perdona mi franqueza, hace mucho tiempo,
que el amor no me interesa, me han dañado tanto,
que el corazón se hizo piedra, y aunque te duela,
te lo tengo que decir.
Perdona mi franqueza, talvez esperabas,
que por fin me deshicieran, pero te recuerdo,
soy un hombre aventurero, y en cuestión de sexo,
siempre tengo que ganar. No te perdí, nunca fuiste mía,
pusiste el alma, disfrazada de bondad, que linda mentira.
Perdona mi franqueza, hace mucho tiempo,
que el amor no me interesa, me han dañado tanto,
que el corazón se hizo piedra, y aunque te duela,
te lo tengo que decir.
Perdona mi franqueza, pero te recuerdo,
que no soy hombre cualquiera, me han dañado tanto,
que el amor no me interesa, y aunque te duela,
no nací para sufrir.