'Canciones Religiosas', un grupo que evoca la profundidad y la espiritualidad a través de sus melodías, se fundó a principios de la década de 1980 en un pequeño pueblo cercano a Sevilla, España. Su historia es tanto un viaje musical como un camino introspectivo hacia el entendimiento espiritual.
El grupo nació de la visión apasionada de María del Carmen Rodríguez, una talentosa vocalista que encontró en la música religiosa una forma de canalizar sus creencias y transmitir mensajes de paz y amor. María del Carmen, conocida cariñosamente como MariCarmen, reunió a un grupo de músicos con habilidades excepcionales y un profundo interés en la música sacra.
Desde su formación, el grupo ha visto pasar a numerosos artistas, pero algunos integrantes han dejado una huella imborrable:n
El primer álbum de 'Canciones Religiosas', titulado "Senderos de Fe", logró captar la atención del público inmediatamente después de su lanzamiento en 1982. El éxito de este álbum se debió en gran medida a la emotiva canción "Luz Eterna", la cual se convirtió en un himno en muchas comunidades religiosas.
El grupo continuó ganando popularidad a lo largo de los años 80 y 90, gracias a su capacidad
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Te ofrecemos padre nuestro,
con el vino y con el pan,
nuestra pena Y alegría,
el trabajo nuestro afán....
Con el trigo de los campos,
bajo el signo de la cruz,
se transforma nuestra vida en el cuerpo de Jesús.....
Te ofrecemos padre nuestro,
con el vino con el pan,
nuestra pena Y alegría,
el trabajo nuestro afán
A los hombres de la tierra,
a los que sufriendo está,
cambian su dolor en vino como la uva en el lagar
te ofrecemos padre nuestro,
como vino y con el pan,
nuestra pena de alegría,
el trabajo nuestro afán.....
Estos dones son el signo, del esfuerzo de humildad,
que los pobres realizamos,
en el campo la ciudad
te ofrecemos padre nuestro
con el vino, con el pan,
nuestra pena y alegría,
el trabajo nuestro afán....
Gloria sea dada el padre,
Y su hijo redentor
Y espíritu divino
que nos llena en su amor
te ofrecemos padre nuestro
con el vino y con el pan,
nuestra pena y alegría
el trabajo nuestro afán