Lo que aprendí
De lo que aprendí,
Que no hay vino mejor que el que se descorcha,
Y de tu amor,
Que ya aprendí de las traiciones de las faldas cortas.
Del dolor, que no hay mejor remedio
pa´ que se componga está canción,
si yo aprendí con pescozones a no callarme la boca.
Y escalo el Everest desde tus labios,
Ateo, qué más puedo pedirle al cielo,
Callo, porque aprendí que no hay consuelo si pierdo,
en recompensa a lo que gano.
Contigo respiro el amazonas entero y sigo a pesar de los desencantos,
Nunca, ya no suena definitivo y
Siempre, a disco infantil rayado.
De lo que aprendí,
Que algo viene atrás de cada maravilla,
Y al final los sueños de chamaco siempre se te olvidan.
La verdad, mantiene más fronteras que la geografía,
Libertad, se mantendrá siendo una palabra bonita.
Me instalo al ancho de tu cordillera,
me olvido de todo lo que me enseñaron
qué importa que una pedrada me detenga, si te tengo cual estrecho al mediterráneo.