Un nuevo abril
No son más que la esquirla de una traición
que los llevó a una muerte absurda y feroz.
Aquella gris mañana, todo acabó:
esa temida carta, sus vidas esfumó.
Han purgado las culpas de un batallón
de gente loca y ciega a tanto terror,
representantes de una austral obsesión,
el grito de millones los condenó
a una terrible ocasión,
fría expresión del horror,
tan falsa y cruel redención,
que nuestro pueblo avaló.
Y aún, sin embargo, miles justifican
la sangre que derramó
el sueño de unos cuantos embriagados
borrachos de ambición y poder!
Han sido reclutados con estupor
a un pabellón de sombras y desazón
desgarradora historia que repitió
las miserias humanas de toda una nación
que nunca quiso admitir
la culpa que mutiló
toda una generación
aislada y sin contención.
“Un nuevo abril que aturde mi pasado.
¡Nunca se olviden de mí!”