El Chivi, cuyo nombre real es José Antonio Ramos Sucre, nació el 28 de noviembre de 1975 en la ciudad de Madrid, España. Desde una temprana edad, José Antonio mostró un marcado interés por la música y la poesía, influenciado por la rica herencia cultural de su país. En su adolescencia, se introdujo en el mundo de la guitarra y comenzó a escribir sus primeras letras, inicialmente enfocadas en temas cotidianos y simples.
Durante la década de los 90, José Antonio adoptó el pseudónimo "El Chivi," una abreviación de "El Chiquillo de Villaverde," el barrio madrileño donde creció. En esta etapa, su estilo musical dio un giro radical: inspirado por la tradición de los juglares y los cantautores satíricos, empezó a componer canciones con un marcado tono humorístico y explícito. Su estilo se caracterizaba por abordar temas que otros artistas evitaban, como el sexo, la política y la crítica social, siempre con un lenguaje directo y descarado.
En 1996, El Chivi lanzó su primer álbum, "De cantautor a pornoautor", una obra que, aunque inicialmente pasó desapercibida para el gran público, no tardó en ganarse un sólido grupo de seguidores. Las canciones de este álbum, como "La Trama Matrimonial" y "Pillaste a los Vecinos", comenzaron a circular a través de casetes de grabación casera y más tarde en CDs piratas, volviéndose populares en los círculos juveniles.
El éxito inicial de "De cantautor
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Trenes para el cielo
Sonó el despertador y estaba por llegar la pesadilla
La sangre salpicó el televisor mientras me desplomaba en una silla
Se derramó una lágrima en la taza del café
Que se enfrió, que no probé
Y se colgó en mi corazón un lazo negro de desolación
Cuando empecé a escribir esta canción...
Hoy que estamos huérfanos de fe
Que no hay respuestas al por qué
Que todo está en segundo plano
Madrid se ha vuelto tan cercano...
Hoy que no hay lugar para el consuelo
Que llora el niño y el abuelo
Que salen trenes, que salen trenes para el cielo
Se derramó una lágrima en la taza del café
Desde Granada a Santander
Quién nos curará las heridas recibidas
De las malas jugadas de la vida
Hoy que sin razones aniquila
Hoy que la muerte va en mochila
Que los relojes se han parado a la hora de los atentados
Hoy que suena un móvil sin respuesta
Que dan la vuelta a las encuestas
Que hay lugar para la gesta
Que un mal humano grita basta
Que saca el corazón su casta
Que somos de la misma pasta.
Que no hay lugar para el consuelo
Que llora el niño y el abuelo
Que salen trenes para el cielo
Que no hay lugar para el consuelo
Que llora el niño y el abuelo
Que salen trenes, que salen trenes para el cielo...