En el corazón de Hollywood, a principios de la década de los 90, un proyecto inusual comenzó a tomar forma. El Extraño Mundo de Jack, conocido en inglés como The Nightmare Before Christmas, fue ideado por Tim Burton, aunque fue Henry Selick quien se encargó de dirigir la película. Pero más allá de sus icónicas imágenes y personajes, fue la música de Danny Elfman la que le otorgó un lugar destacado en la cultura popular. La banda sonora del filme no solo complementó las deslumbrantes visuales, sino que también se ganó un lugar en el corazón de millones de personas desde su lanzamiento en 1993.
Nadie podría hablar de El Extraño Mundo de Jack sin mencionar a Danny Elfman. Este prolífico compositor fue el encargado de escribir y cantar la mayor parte de las canciones de la película. Su colaboración con Tim Burton no era nueva; ambos habían trabajado juntos en varios proyectos antes. Sin embargo, este filme representó un desafío especial, ya que las canciones no solo debían capturar la atmósfera gótica y fantasiosa de la película, sino también avanzar la narrativa y dar vida a sus personajes.
La banda sonora de El Extraño Mundo de Jack consta de 20 canciones originales, donde se entrelazan elementos de jazz, pop, rock y música clásica. Tal combinación logró que cada canción fuese única. Temas como "What's Ver BiograFia Completa
El Lamento de Jack
Nadie puede negar, que soy un tipo singular
Con un talento, por demás, sin igual.
Si se trata de sustos en la oscuridad
Nadie hay que me pueda derrotar.
Basta una pequeña dosis de mi encanto fantasmal
Y hasta al más valiente hago correr.
Con tan sólo mover una mano esqueletal
He espantado a mil guerreros a la vez.
Más año tras año todo sigue igual
Y ya estoy cansado de tanto espantar.
Y yo, Jack, el rey de aquí.
Ya me cansé de vivir así.
Dentro de mi huesudo interior
Vacío estoy, vacío voy.
Y debe haber alguna razón
Yo debo hallar la solución.
Soy un profesional del espanto infernal
Y ni un ser hay que aguante mi faz.
No hay en todo el planeta quien conmigo se meta
Mi leyenda no morirá jamás.
Y siendo yo muerto mi cabeza desprendo
Y recito a Shakespeare en versos.
Ni hombre ni animal, me puede imitar
Con la furia de mis gritos y mis gestos.
Más quien va, jamás a comprender
Que este pobre rey, quien dictó la ley
Se cansó de reinar, si pudieran entender
Podría renunciar, si pudiera ser.
Hay un vacío aquí en mi interior
En busca de un que se yo.
Poder y honor, no quiero ya más
Con eso, no se apaga el dolor