¿Cómo está?
Me preguntaron: ¿Cómo estás?
Y me invadía la tristeza,
me quería derrumbar y no estar.
Afuera dije “bien”
pero adentro…todo mal.
Quería
desaparecer
declinar
sucumbir
emigrar.
Y si no quedo muy claro puedo agregar uno más:
expirar.
Como un artículo de supermercado,
un producto humano enlatado
sería un cliché pero gourmet,
yo tendría en mi etiquetado:
“5 por ciento de carne, 95 de amor” (bajo en fe)
Nunca supe qué decir al “Cómo estás”
Reformulé la pregunta y la respuesta,
entre los cuántos, cómos y quiénes
de lo que está, lo que será y lo que fuere.
Mauricio ¿Cómo estás?
Y ya no contesté “todo bien”
ni siquiera para mí,
esta vez respondí:
Viviendo adrede