La banda "Glorioso Peñarol" emergió como una increíble manifestación de música y sentimiento deportivo a principios del siglo XXI. Sumergidos en la rica historia de uno de los clubes más emblemáticos de Uruguay, el Club Atlético Peñarol, estos músicos lograron capturar en sus melodías el fervor y la devoción de toda una hinchada. Su espectacular recorrido desde su formación hasta su legado ha sido inolvidable.
"Glorioso Peñarol" fue fundada en 2001 por un grupo de amigos, fanáticos del Club Atlético Peñarol, que compartían tanto una pasión desbordante por el fútbol como un talento natural para la música. La banda surgió de la fusión de dos grupos locales: "Los Carboneros del Sol" y "Aurinegro Beat". Desde el inicio, su misión fue clara: rendir tributo a Peñarol mediante canciones que evocaran la tradición y el orgullo de ser hincha del club.
El debut de "Glorioso Peñarol" ocurrió en una clásica cancha de fútbol de Montevideo, en las festividades por el aniversario del Club Atlético Peñarol del año 2002. Su primera canción, "Pasión Carbonera", fue recibida con entusiasmo, y rápidamente se convirtió en un himno entre los seguidores. La banda entonces lanzó su primer álbum, "Alma y Corazón Carbonero", que contenía canciones como "Aurinegra Locura" y "Noche de Gloria", temas que resonaron con la voz del hincha.
A lo largo de su carrera, "Glorioso Peñarol" lanzó una impresionante discografía que incluyó álbumes como:
Los cazadores de emociones
EL abuelo antoño era maquinista del ferrocarril,
por eso mi viejo se crió en la estación PEÑAROL.
Llego a jugar en el rolanmour de sentrejal,
no jugo de volante jugo de sentrejal,
mire de que tiempo le hablo,
después de los rabioles de la abuela maria,
se tomaban el tren hasta pocitos,
los domingos de mañana
los cazadores de emociones,
habrían sus jaulas alrededor de la vieja cancha,
sabían que de tarde jugaba PEÑAROL.
Los hinchas carboneros son gorriones de barrio,
que anidan en lo alto de las 4 tribunas,
y juegan su partido cantando o en silencio,
porque como esa hinchada jamas habrá ninguna.
De botijas los manías, dibujan en los bancos,
un escudo y el grito arriba PEÑAROL,
le exigen a los reyes la primer camiseta
que trae puntualmente el negrito melchor.
A la primera novia la llevan al estadio
y cuando se pelean por cosas del amor,
se meten en la amsterdam, encienden un cigarro,
entonces se consuelan poniendo el alma al sol.
Si dios te da el milagro, un escarpil celeste
y a los 5 o 6 años gritas con el un gol,
te desbordan los ojos, estrellas como lagrimas
por que cuando te abraza te envuelve PEÑAROL.
A los 50 y pico te vuelves cascarrabias,
usas gorra de pana, y llevas el almuadon,
relajas a los jueces, periodistas y técnicos,
y discutís que antes se jugaba mejor.
Después de los 60 empiezas a aflojarle,
te quedas en invierno a sestear con la radio,
pero tu hermoso sueño, florece en primavera,
y un domingo cualquiera rumbias para el estadio
de la mano del nieto, rumbias para el estadio...