El Himno Nacional Mexicano es una de las composiciones más emblemáticas y queridas del país, resonando en los corazones de millones de mexicanos. La historia de esta monumental creación se entrelaza con importantes acontecimientos históricos y culturales que han dado forma a la identidad nacional de México. A continuación, exploraremos su origen, evolución y legado a través del tiempo.
A mediados del siglo XIX, México había pasado por una serie de conflictos que incluían la guerra de independencia y la intervención estadounidense. En este clima de reconstrucción y búsqueda de una identidad nacional, el presidente Antonio López de Santa Anna decidió lanzar un concurso para crear un himno que unificara a la nación.
En 1853, se lanzó una convocatoria para encontrar la letra y la música que compondrían el himno. Fue en este certamen que emergió el talento del poeta Francisco González Bocanegra, cuya composición lírica fue seleccionada entre diversas propuestas. La poderosa y emotiva lírica de González Bocanegra evocaba el amor patrio, el coraje y la determinación del pueblo mexicano.
Para musicalizar el texto, se eligió la composición del español Jaime Nunó, un destacado músico invitado por el propio Santa Anna. La conjunción de la letra y la música resultó en una obra que poseía tanto solemnidad como vigor, atributos ideales para un himno nacional.
El Himno Nacional Mexicano fue interpretado por primera vez el 15 de septiembre de 1854 en el Teatro Santa Anna, que luego
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Himno Nacional Mexicano (parcial)
Himno nacional mexicano (parcial)
coro
mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.
estrofa i
ciña ¡oh patria! tus sienes de oliva
de la paz el arcangel divino,
que en el cielo tu eterno destino
por el dedo de dios se escribió,
más si osare un extraño enemigo
profanar con su planta tu suelo,
piensa ¡oh patria querida! que el cielo
un soldado en cada hijo te dio,
un soldado en cada hijo te dio.
coro
mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.
estrofa iv
¡patria! ¡patria! tus hijos te juran
exhalar en tus aras su aliento,
si el clarín con su bélico acento
los convoca a lidiar con valor.
¡para ti las guirnaldas de oliva!
¡un recuerdo para ellos de gloria!
¡un laurel para ti de victoria!
¡un sepulcro para ellos de honor!
¡un sepulcro para ellos de honor!.
coro
mexicanos, al grito de guerra
el acero aprestad y el bridón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón,
y retiemble en sus centros la tierra
al sonoro rugir del cañón.