Los condenados
Inertes y sin vida
Están los condenados
Todos sus impulsos
Fueron apagados
No piensan en nada
Sus mentes contagiaron
Como a perros de la calle
Los han domesticado
Comprensión, tolerancia
Y algo en que creer
Todo es perdonado
Sin saber porque
Las llamas de sus vidas
Se fueron apagando
Nada es por placer porque
Todo fue ayer
El karma de sus vidas
Es la rutina
Que nunca se termina
Que sigue día a día
Y nunca se termina