Illya Kuryaki and the Valderramas, también conocido simplemente como Illya Kuryaki, es un dúo argentino de música que ha dejado una marca indeleble en la escena musical de América Latina. Fundado en 1991 por Dante Spinetta y Emmanuel Horvilleur, dos jóvenes con una visión audaz y una herencia musical rica, el grupo revolucionó la música latina con su fusión de géneros y su estilo único.
Dante es hijo de Luis Alberto Spinetta, una de las figuras más influyentes del rock argentino, mientras que Emmanuel es hijo del fotógrafo Eduardo Martí. Esta herencia cultural y artística sería una influencia crucial en su desarrollo musical. Ambos compartían una pasión por el hip hop, el funk y el rock, y decidieron unir fuerzas para crear algo completamente nuevo.
El dúo debutó en 1991 con el álbum Fabrico Cuero, cuando apenas eran adolescentes. Aunque el álbum tuvo una recepción modesta, mostró su potencial y su capacidad para mezclar distintos estilos musicales. Sin embargo, sería su siguiente trabajo el que realmente los catapultaría a la fama.
En 1993 lanzaron Horno para calentar los mares, un álbum que consolidó su posición en la escena musical. Con éxitos como "Es tuya Juan", el disco fue un éxito comercial y de crítica. Su sonido, una mezcla ecléctica de hip hop, funk, rock y música latina, era fresco y revolucionario, y su estilo visual, con videos musicales creativos y espectáculos
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Hombre Libre
Yo sigo siendo un hombre libre
hasta que prueben lo contrario
aquí privado de mi libertad
espero el final.
Me fugo en los sueños
y vuelo por tu barrio
y así es que supe que bailas
con nuestra canción.
Y en mi última cena
quiero el fruto de esa mujer
hoy rompemos la celda
y me escapo con tu placer.
Cuatro paredes
nunca pudieron
con un soñador.
Yo usé muy mal mi tiempo libre
tuve muy malas compañías
algunos planes me salieron mal
y hoy debo pagar.
Me dieron un millón de años
les juro que yo no hice daño
mi dedo nunca llego a gatillar
alguien me culpó.
Y en mi última cena
quiero el fruto de esa mujer
hoy rompemos la celda
y me escapo con tu placer.
Cuatro paredes
nunca pudieron
con un soñador.
Hombre libre hombre libre.
Y en mi última cena
quiero el fruto de esa mujer
hoy rompemos la celda
y me escapo con tu placer.
Cuatro paredes
nunca pudieron (nunca podrán)
con un soñador.