Indio y los Fundamentalistas del Aire Acondicionado surgió como una prolongación de la carrera solista de Carlos 'Indio' Solari, tras la disolución de la mítica banda argentina Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Con una de las trayectorias más influyentes en el rock argentino, el Indio se embarcó en la creación de un nuevo proyecto que continuaría capturando la esencia de su música y su lírica contestataria.
Después de pasar varios años alejado de los escenarios tras la separación de los Redondos en 2001, el Indio regresó con fuerza, acompañado por un grupo de músicos excepcionales conocidos como los Fundamentalistas del Aire Acondicionado. La banda incluyó a figuras destacadas como el guitarrista Skay Beilinson, el bajista Hernán Aramberri y el tecladista Pablo Sbaraglia, entre otros músicos talentosos.
Su primer álbum de estudio, “El Tesoro de los Inocentes (Bingo Fuel)”, lanzado en 2004, mostró una mezcla de rock potente con letras introspectivas y cargadas de poesía, manteniendo la crítica social que caracterizaba al Indio. La respuesta del público fue inmediata y el disco se convirtió en un éxito de ventas, posicionando a la banda en lo más alto del rock nacional.
El éxito inicial fue reforzado con su segundo álbum, “Porco Rex”, lanzado en 2007. Este disco continuó explorando temas profundos y oscuros, recibiendo elogios tanto de la crítica como de los fanáticos. Entre las canciones más
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Había una vez
Seré heraldo de buenas noticias
solo si te quedás un rato más
Los espíritus soplan si quieren
(y vos que recién te enterás!)
Tarde, otra vez, mi amor..
Sigo siendo el mismo de siempre
y te aburre mi voz!
Llega el adiós..
Vengo cínico, fóbico, crudo, hervido
y asado por vos
Va a despejar, mi amor!
Hay tantas cosas tan lindas
sin tu traición
El mundo sigue girando
aún sin tu amor
Voy enfrentando tu sinceridad
vuelvo a sentirme extraño si me consolás
Borraremos los rastros
las noches con más penas de bar
Sin recordar que hubo un tiempo
en que toda impaciencia
era gracia para poder reír
y festejar de amor.
Con el rostro gustoso
sin máscara que tape
el mohín, de tu desdén
Con los puños en alto
deseando, al final, hacer la revolución
con una canción de amor
Hay tantas partes tan lindas
sin tu traición
El mundo sigue girando
aún sin tu amor