Aunque se levante el mar
Guardame, en tus preciosas alas
Cubreme en tus divinos brazos.
Aunque se levante el mar y los vientos soplen me civijare contigo
por encima de la tormenta padre tu eres rey tu permaneces en el
diluvio y estare
quieta y sabre que tu eres Dios.
Descansa mi alma en Cristo solamente.
Conocere tu poder en quietud y confianza.