Templos y moradas
Está golpeando, abre la puerta de tu corazón
está tocando, si quieres puedes tu abrir
Él con ternura, te dice yo estoy a la puerta
y si le abrimos, cenaremos con Él.
Y es que no sientes, que está en el aire su presencia
como el estruendo, de muchas aguas turbulentas
y al entrar en mí, solo invade gozo
se humedecen mis ojos, y comienzo a llorar (llorar).
Somos templos y moradas, apartados en santidad para Él
esperando su venida, le añoramos día a día, para estar con Él
porque nada de este mundo, se compara con lo hermoso, de sentirle a Él
y alabarle, y cantarle a mi Rey.
Esta en el aire, una presencia muy hermosa
es poderosa, que no me puedo resistir
corre por mi interior, como lo dice la escritura
y al estallar, solo le puedo alabar.
Con esta entonación, que nace dentro de mi alma
para mi Dios, que solo pudo darme calma
y más allá de las estrellas, seguiremos
alabando por siempre, al cordero de Dios (de Dios).
Somos templos y moradas, apartados en santidad para Él
esperando su venida, le añoramos día a día, para estar con Él
porque nada de este mundo, se compara con lo hermoso, de sentirle a Él
y alabarle, y cantarle a mi Rey
porque nada de este mundo, se compara con lo hermoso, de sentirle a Él
y alabarle, y cantarle a mi Rey.