El viaje musical de Julio Elías comenzó en un pequeño pueblo en los Andes colombianos. Nacido el 5 de mayo de 1975, Julio siempre mostró un talento innato y una sensibilidad especial hacia la música. Desde muy joven, su hogar se llenaba con los sonidos de la radio local y los discos de vinilo de sus padres, quienes tenían una amplia colección de ritmos latinos y baladas románticas. Este ambiente fue crucial para su formación musical inicial.
La familia Elías no solo apreciaba la música, sino que también la vivía intensamente. Su madre, que cantaba en el coro de la iglesia, y su padre, un guitarrista aficionado, instilaron en Julio un amor profundo por las melodías y los acordes. A los ocho años, recibió su primera guitarra como regalo de cumpleaños. Noche tras noche, Julio practicaba con devoción, acompañado por los consejos y el aliento de sus padres.
Cuando entró en la adolescencia, Julio decidió unirse a una banda local. Esta etapa marcó un punto de inflexión en su vida, pues no solo le permitió mejorar sus habilidades musicales, sino también descubrir su estilo único. Sus primeras composiciones se basaban en sus experiencias personales y en las historias que escuchaba en su entorno rural. Pronto, su nombre comenzó a ganar notoriedad en los círculos musicales de su región.
El talento de Julio no pasó desapercibido, y a
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Se repitio la historia
Señor Jesús
nunca me has abandonado
yo fui quien me aleje de ti
por eso sufrí y llore sin consuelo y sin amor.
tan amargura
habitaba ya en mi alma
de pronto recapacite
me di cuenta de mi error
y con vergüenza regrese.
pero al igual que el hijo prodigo
se repitió la historia
tu me esperabas con amor
y corriste hacia mi
me abrazaste y me besaste
y no resistí tu dulce amor
derrame muchas lagrimas
tu luz de nuevo me alumbro
y me propuse
ser te fiel
hasta el día de mi muerte.
pero al igual que el hijo prodigo
se repitió la historia
tu me esperabas con amor
y corriste hacia mi
me abrazaste y me besaste
y no resistí tu dulce amor
derrame muchas lagrimas
tu luz de nuevo me alumbro
y me propuse
ser te fiel
hasta el día de mi muerte.
Señor Jesús
nunca me has abandonado
yo fui quien me aleje de ti
por eso sufrí y llore sin consuelo y sin amor.
tan amargura
habitaba ya en mi alma
de pronto recapacite
me di cuenta de mi error
y con vergüenza regrese.
pero al igual que el hijo prodigo
se repitió la historia
tu me esperabas con amor
y corriste hacia mi
me abrazaste y me besaste
y no resistí tu dulce amor
derrame muchas lagrimas
tu luz de nuevo me alumbro
y me propuse
ser te fiel
hasta el día de mi muerte.
pero al igual que el hijo prodigo
se repitió la historia
tu me esperabas con amor
y corriste hacia mi
me abrazaste y me besaste
y no resistí tu dulce amor
derrame muchas lagrimas
tu luz de nuevo me alumbro
y me propuse
ser te fiel
hasta el dia de mi muerte.