Mis mañanas
Como arde esta mañana...
no recuerdo que hice ayer.
Solo puedo ver tu espalda,
lo demás lo adivine.
Bancame un segundo,
que me planto en este mundo
y te sirvo un café.
Ríe el sol en la ventana
del desastre de los dos.
Ya sentía la nostalgia
de esta contaminación.
Igual, te soy sincero:
hay mil noches que me ruego
no perder tanto el control.
Tu brazo llora y tus ojos
están rotos demacrados.
Te ayudo a vestirte y te peinas...
Desayunas fumando.
A veces mis mañanas
son tan deprimentes,
sobre todo cuando tienen
ese dulce aroma a vos.
Tus ojitos ya no lloran
en los mares del ayer.
El espejo me reprocha
la derrota decadente de patear el
fondo siempre,
levantarse y volver a caer así .
Y esta es la hora que te muestra
lo triste de todo esto,
pero antes de irte despega
y volemos otro rato.
A veces mis mañanas
son tan delirantes,
sobre todo cuando saben
a mi noche anterior.