Leonardo Favio, cuyo nombre de nacimiento fue Fuad Jorge Jury, nació el 28 de mayo de 1938 en Luján de Cuyo, en la provincia de Mendoza, Argentina. Creció en un entorno humilde, marcado por dificultades económicas y complejas dinámicas familiares. Su madre, Laura Favio, era una cantante y actriz amateur que influyó profundamente en sus inclinaciones artísticas.
Antes de convertirse en una figura influyente en la música, Favio tuvo una floreciente carrera en el mundo del cine. A mediados de los años 50, se mudó a Buenos Aires en busca de oportunidades. Gracias a su carisma y talento naturales, pronto empezó a trabajar con figuras icónicas del cine argentino como el director Leopoldo Torre Nilsson.
Paralelamente a su carrera cinematográfica, Favio comenzó a explorar su faceta como cantante. Su voz única y estilo romántico capturaron rápidamente la atención del público. En 1968, lanzó su primer álbum, Fuiste mía un verano, que lo catapultó a la fama no solo en Argentina sino también en toda América Latina.
Estos temas se convirtieron en inolvidables y aún resuenan en el repertorio de la música romántica de habla hispana.
No ser Dios y cuidarlos
Sueño mío y lejano
canto mío y lejano
sueño de ver las pibas
tomadas de la mano.
Los muchachos alegres,
que sepan del verano
toda la calle nuestra
todo amor, todo canto
Ay, si ustedes supieran
cuanto anduve muchachos
ay, si ustedes quisieran
no ser Dios y cuidarlos
Canten, bailen ....
Eh, cada muchacho un pájaro
Ay si ustedes supieran
cuanto anduve muchachos
ay si ustedes quisieran
escuchar lo que canto
Que pronto partiría
la tristeza y el llanto
sueño mío y lejano
canto mío y lejano
sueño de ver las pibas
tomadas de la mano
los muchachos alegres
todo amor, todo canto
Canten, bailen ....
Eh, cada muchacho un pájaro
Eh, tu tristeza, un llanto
Eh, no ser Dios y cuidarlos