En las polvorientas calles de Chihuahua, México, a finales de la década de 1980, se escucharon por primera vez los vibrantes sonidos de una agrupación que pronto conquistaría corazones tanto en su tierra natal como en el extranjero: Los Gallitos De Chihuahua. Conformado por cinco talentosos músicos, esta banda surgió con una mezcla única de estilos que fusionaba lo clásico del orteño con toques modernos y frescos.
Los Gallitos De Chihuahua fueron fundados en 1988 por Juan Pérez (acordeón y voz principal), José Luis Hernández (bajo sexto), Pedro Rivera (batería), Esteban Rojas (bajo eléctrico) y Ramón García (saxofón). Estos músicos, provenientes de diferentes rincones del estado, encontraron en la música una manera de expresarse y conectar con su comunidad.
Desde sus inicios, la propuesta de Los Gallitos De Chihuahua fue innovadora. Sus composiciones características, en línea con el orteño clásico, pero con influencias de géneros como el corridos y la música ranchera, rápidamente encontraron eco entre los amantes de la música regional mexicana.
En 1992, el grupo lanzó su primer álbum titulado “Puro Corazón Norteño”, un éxito rotundo que contenía temas como "Caminos de Mi Tierra" y "Amor Fronterizo". Este disco no solo consolidó su presencia en México, sino que también captó la atención de audiencias en los Estados Unidos. El reconocimiento llegó con una gira que los llevó a escenarios en Texas, California y Arizona.
A mediados de los años 90, Los
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Los gallitos de chihuahua el solito
El solito
Yo traigo en mi pecho clavado un dolor
Por una morena que fue mi primer amor
Yo tuve la culpa que me haya olvidado
Yo tuve la culpa de nuestra separación
Habíamos jurado amor verdadero
Juramos amarnos por toda la eternidad
Los dos prometimos cariño sincero
Que nadie en el mundo nos tendría que separar
Como de costumbre yo me fui a buscarla
Para acariciarla con ternura y con pasión
Y yo sin saberlo que ya me esperaba
Para que me hechara de su ingrato corazón
**Música**
Al verme solito ya sin su cariño
Le dije mi vida no me volverás a ver
Incline mi cara llore como niño
Y emprendí el camino para nunca más volver
Ahora que me encuentro lejos de mi tierra
Disipo mis penas tomando mucho licor
Dentro de mi copa yo veo a mi morena
Pero ya ni el vino puede calmar mi dolor