De historia y conquista
Vos quemás mi piel con tu calor,
Vos quemás el sol con tu calor.
Así es como recuerdo el instante más perfecto,
la conquista puso fin al desencuentro.
Me puso su bandera, me tiñó de sus colores
y marcó en el terreno sus sectores.
Me enseñó a hablar su idioma, a mirar desde otro lado,
a cuidar mis ideales sobre el resto.
Me nutrió de alegrías, por momentos de sus llantos,
pero nunca puso freno a mis abrazos.
Vos quemás mi piel con tu calor,
Vos quemás el sol con tu calor.
Paso a paso fui entendiendo, ya crecía la memoria
y entendía que es vivir en soledad.
Ella buscaba en el alma un lugar donde esconderse
y no volver a incurrir el mismo error.
Supo conquistar una tierra diferente,
sin embargo no alcanzó para su mente.
Y siguió por el camino, me dejó atrás de todo,
yo no pude detenerla entre la gente.
Vos quemás mi piel con tu calor,
Vos quemás el sol con tu calor.